4.3-Las Agencias fotográficas

Un nutrido grupo de fotógrafos decidió trabajar de una forma algo más estable, vinculándose a las agencias recién creadas por entonces, cuya existencia se garantizó debido a la gran demanda de material gráfico.

A finales de 1928 se crearía Dephot y Weltrundschau, que a diferencia de otras agencias ya existentes por entonces se ocuparon tanto de la programación, seguimiento y producción de los reportajes como la distribución. Para Dephot trabajarían en esta época E.P. Hahn y André Kertész, desde París. Gutmann tendría el particular interés en coleccionar fotografías antiguas y unirlas, mezcladas incluso con otras más contemporáneas, lo que hizo descubrir y salvó del olvido célebres imágenes documentales realizadas en el siglo XIX.

En 1929, Felix H.Man se unió a Dephot. Lorant la denominaría “el hombre más versátil”, no había trabajo que él no pudiera hacer. Hans Baumann, su auténtico nombre, era un estudiante de arte de Freiburg. Posteriormente se convirtió en dibujante periodístico en Berlín, trabajo para el que utilizó la fotografía como medio de inspiración. Este tipo de trabajos lo firmaría bajo el seudónimo de Felix H. Man. Durante la Primera Guerra Mundial, registró como amatuer sus experiencias en el campo de batalla con una cámara de bolsillo. Después de la Guerra, reanudó sus estudios de arte en la Kunstgeweberschule en Múnich. Más de ochenta de sus reportajes se publicarían en la Münchner Illustrierte y llegaría a entrevistar a las grandes personalidades de tiempo como Mussolini, Stravinsky o Bernald Shaw.

Hasta el fin de la guerra permanecería en Londres, colaborando con las publicaciones de Lorant, Lilliput, realizando para esta última, tras la guerra, el primer reportaje en color.

Junto a los de Erich Salomon, sus trabajos se consideran también definitivos del reportaje moderno.

En Estados Unidos, Associated Press y Keystone unirían sus firmas en 1930, convirtiéndose a partir de entonces en la mayor agencia distribuidora de reportajes del mundo.

Para ella trabajaría Alfred Eisenstaedt, el más longevo de toda esta generación de reporteros. Comenzó a fotografiar a la edad de catorce años, con una cámara plegable. Luchó en el frente durante la Primera Guerra Mundial y tras el conflicto, durante su tiempo libre, comenzó a ofrecer sus fotografías en publicaciones modestas de la época, y en 1927 vendió su primera imagen al Weltspiegl. En 1931 comenzaría a trabajar para Paciphic Photos, que después controlaría Associated Press. Su primer reportaje célebre se ocupó del Premio Nobel de literatura Thomas Mann, en 1935.

Tras varios años de colaboración en revistas europeas, decide marcharse a Estados Unidos, donde alcanzaría gran renombre, llegando a producir cerca de 1.300 reportajes, con imágenes tan célebres como la titulada Día V, 1945, siendo hoy día un autor que bate constantes retos en las subastas.

Alfred Eisenstaedt, Día V,1945. Gelatinobromuro de plata. Colección Gurber/George Eastman House, Rochester, Nueva York.

El comienzo de la dictadura nacionalsocialista obligó a muchos fotógrafos a dejar Alemania, entre otros, Kurt Hübschmann, Alfred Eisenstaedt y Martin Munckcsi. Los jefes de redacción Kurt Szafranski, Kurt Korff y Stefant Lorant y los dueños de agencias fotográficas como Gutmann, Birnbach, Daniel y Mayer también tuvieron que dejar el país. Una parte de ellos realizaría una brillante carrera en su exilio involuntario. Stefan Lorant, al igual que otros judíos, por su oposición política a Hitler, tuvo que emigrar, primero a Gran Bretaña, donde fundaría Lilliput, que vendería en 1938 a Edward Hulton, para abrir una nueva revista, Picture Post. Ésta tuvo tanto éxito que consiguió vender 1.350.000 copias por semana. En 1940 emigró a Estados Unidos y se dedicó a la edición de libros ilustrados sobre la historia de Norteamérica, como Lincoln: His Life in Photographs.


Deja un comentario